El mercado laboral juvenil, y por ende el futuro
próximo del trabajo, se encuentra en una situación difícil de resolver.
Mientras que la tasa de desempleo de los menores de 25 años roza el 35%, las
empresas siguen teniendo problemas para cubrir los puestos vacantes. En
España, un 63% de las compañías no consigue encontrar los candidatos
necesarios, cifra que supera el 70% en Cantabria, Aragón o País Vasco y que
pasa del 80% en el caso de Baleares, tal y como recogen los datos recopilados
por Educa2020 y Fundación Axa, presentados este lunes en CEOE.
Entre las causas de esta brecha, Fernando
Jáuregui, presidente de Educa2020, apunta en buena medida a la falta
de reconocimiento que todavía hoy sigue teniendo la Formación
Profesional (FP) en España, un modelo formativo totalmente enfocado al empleo
con una actualización mucho más periódica que el universitario. Según los datos
recabados por Educa2020 y Axa, en colaboración con Sigmados, el 77% de
familias, alumnos y profesores creen que la FP tiene mala imagen, y
el 57,5% de los padres y madres tiene una opinión negativa de
esta modalidad educativa. “Contrasta la opinión que tienen las familias de la
FP, porque es totalmente contraria a la de las empresas”, reflexiona Olga
Sánchez, consejera delegada de Axa en España.
El documento parte de un total de 19.000
encuestas a familias con hijos en edad de elegir su itinerario formativo.
En ellas, el 52% de los adultos tenía estudios superiores, el 31% había cursado
un posgrado o alcanzado el doctorado, el 11,5% había superado la ESO, una FP de
grado medio o el antiguo BUP, y un 3,5% solo contaba con estudios primarios.
Por ello, es llamativo confirmar que el recelo hacia estos títulos
“nace en buena medida de padres y madres con niveles superiores de
estudios”, en opinión de Lourdes Carmona, directora de Educa2020.
Los expertos ponen el foco en la paradoja que supone
que la FP “siga siendo el patito feo de la educación, cuando
precisamente ciertos títulos de esta modalidad son garantía de hallar de
inmediato un puesto de trabajo bien remunerado”, prosigue Jáuregui. Uno de los
ejemplos más claros, apunta Sara Molero, secretaria general de CEIM, es el del
técnico en Soldadura y Calderería, un perfil muy demandado por las empresas y
que, como escasea, está muy bien remunerado. En la misma línea se situó el
presidente de CEOE, Antonio Garamendi, que además puso el foco en la modalidad
de la FP dual, un itinerario que “debe ser más atractivo. Hoy solo hay 24.000
personas cursándola en España”.
Los datos recopilados también dejan ver, continúa
Lourdes Carmona, que los estudiantes que se decantan por la FP son más
independientes y tienen más seguridad en sí mismos que los que deciden ir a la
universidad. Las madres y padres, por ejemplo, contribuyen en un 67% y un 59%
respectivamente en que un joven opte por matricularse en un grado. En el caso
de la FP, los porcentajes caen al 53% y al 43%, también respectivamente. Estos
números, prosigue Fernando Jáuregui, “también nos deben hacer pensar, porque
vemos que los tutores, profesores y orientadores, que son los que realmente
saben, influyen muy poco en las decisiones de los estudiantes”. De hecho, solo
un 18% de las familias habla con los orientadores sobre la posibilidad
de que sus pequeños se dirijan hacia la FP.
Un 73% de las familias ve en la FP menor
consideración social
El documento muestra una realidad complicada de
abordar, pero también aporta algunas ideas para conocer cuáles son las razones
que llevan a los padres y madres a no confiar en este modelo. Un 73% apunta a
la menor consideración social, un 53% reconoce que el estigma está
relacionado con que la FP se entiende como un lugar al que se dirigen los que
no pueden seguir estudiando. Un 45% cree que estos títulos tienen un tono
menor, el 36% ve en ellos unos empleos peor remunerados y el 22,5% argumenta la
falta de oportunidades para seguir creciendo profesionalmente.
Hasta aquí, las principales barreras. Pero también hay
soluciones. El 55% de los padres y madres creen que sería bueno publicitar
adecuadamente estos títulos desde el Gobierno, y un 45% vería con buenos
ojos otorgarles el mismo rango que tiene la universidad. Desde
Educa2020 y Axa enfatizan en la necesidad de dar a la FP ese reconocimiento, y
luchar para quitar los estigmas del menor reconocimiento social y la creencia,
“errónea”, de que estos titulados tienen menor remuneración y peores
oportunidades.